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Factura Electrónica y VeriFactu: lo que autónomos y pymes deben saber

Verifactu

La digitalización de la facturación en España ya es una realidad. Con la entrada en vigor de la Ley Crea y Crece (Ley 18/2022), la Ley Antifraude (Ley 11/2021) y el reciente Reglamento VeriFactu (RD 1007/2023), todas las empresas y profesionales deberán adaptarse a nuevas formas de facturar.

Puede parecer complicado al principio, pero entender cómo funciona te permitirá ahorrar tiempo, reducir errores y evitar sanciones. En este artículo te contamos de manera sencilla qué significan la Factura Electrónica y VeriFactu, a quién afectan, cuándo entran en vigor y qué sanciones pueden aplicarse en caso de incumplimiento.

Factura Electrónica: más que un simple PDF

La Factura Electrónica llega con un objetivo claro: digitalizar las relaciones comerciales entre empresas y combatir la morosidad. Esto significa que ya no basta con enviar un PDF por correo; la factura debe cumplir ciertos formatos oficiales como XML, UBL, EDIFACT o Facturae.

Se aplicará a todas las operaciones B2B dentro de España, mientras que las transacciones con consumidores finales o internacionales no se ven afectadas.

Los plazos previstos dependen del tamaño de tu empresa: aquellas con facturación superior a 8 millones de euros tendrán un año desde la aprobación definitiva del reglamento (aún pendiente), mientras que el resto de empresas y autónomos contarán con dos años para adaptarse.

En la práctica, esto supone un cambio en la forma de emitir y recibir facturas, pero también una oportunidad de organizar mejor tus procesos y mejorar el control de pagos y cobros.

VeriFactu: la trazabilidad de cada factura

Si la Factura Electrónica moderniza la forma de facturar, VeriFactu llega para garantizar que cada factura sea fiable y esté bien registrada ante Hacienda. Su objetivo es claro: luchar contra el fraude fiscal y asegurar que toda la información esté controlada y sea verificable.

VeriFactu afecta tanto a operaciones B2B como B2C realizadas con software de facturación (excepto en País Vasco y Navarra, que tienen normativa propia). Tampoco se ven las empresas acogidas al SII.

Entre sus requisitos más importantes están la inclusión de códigos QR y la leyenda “VERI*FACTU”, así como el uso de firmas electrónicas y software homologado para asegurar la integridad de los datos. Además, podrás decidir si envías los registros a la AEAT de manera automática o manual.

Los plazos de aplicación también están escalonados: los fabricantes de software deben adaptarse antes del 29 de julio de 2025, las empresas sujetas al Impuesto sobre Sociedades a partir del 1 de enero de 2026 y el resto de autónomos y obligados desde el 1 de julio de 2026.

Sanciones por incumplimiento

El incumplimiento conlleva sanciones importantes: desde hasta 10.000 € por no emitir facturas electrónicas, hasta 50.000 € por usar software no conforme y 150.000€ para desarrolladores sin certificación.

Lo que esto significa para tu negocio

Para los autónomos y pymes, la llegada de la Factura Electrónica y VeriFactu implica algo más que un cambio legal: es una oportunidad de digitalizar procesos, ahorrar tiempo y mejorar la gestión de tu negocio. Herramientas como Excel o Word pueden quedarse cortas, mientras que los programas de facturación homologados te permitirán cumplir la normativa y, al mismo tiempo, optimizar cobros y pagos.

Además, contar con un sistema que cumpla con la AEAT te da tranquilidad y seguridad jurídica, reduciendo riesgos de inspecciones y sanciones.

Conclusión

Aunque pueda parecer un reto, la digitalización de la facturación es una oportunidad para modernizar la gestión de tu negocio. Con la Factura Electrónica y VeriFactu, no solo cumples con la ley, sino que ganas eficiencia, control y seguridad.

En Vaudit Business Services acompañamos a autónomos y pymes para adaptarse a estos cambios sin estrés ni sanciones, para que puedan centrarse en lo que realmente importa: hacer crecer su negocio.